CASO DIÓGENES
Dalma Gutiérrez: "Este accidente brutal pudo haber sido evitado"
En conferencia de prensa, el abogado Nicolás Schick y de Dalma Gutiérrez, hija de Diógenes, revelan detalles sobre la muerte en condiciones precarias.
El abogado Nicolás Schick y de Dalma Gutiérrez, hija de Diógenes, revelan detalles sobre la muerte en condiciones precarias. La familia exige justicia y apunta contra Vepez, la empresa responsable por el incumplimiento de normas de seguridad.
El caso expone la peligrosa realidad
El abogado de la familia, el doctor Schick, fue tajante: “Este accidente brutal pudo haber sido evitado de haberse cumplido con las más mínimas normas de seguridad e higiene”.
Según Schick, el fallecimiento se produjo debido a la caída de una tapa de aproximadamente 700 kg, amarrada con una soga en mal estado. “No era el método adecuado para asegurar algo tan grande y pesado”, agregó.
El incidente, ocurrido en julio de este año, ha dejado una profunda marca en la comunidad portuaria caletense. La familia de Gutiérrez, encabezada por su hija Dalma, denuncia la falta de respuestas por parte de las autoridades y la empresa responsable, Vepez Sociedad Anónima. "Queremos justicia, que la empresa pague y que esto no vuelva a pasar con otro trabajador. Tengo tres hermanos más que hacen el mismo trabajo que hacía mi papá”, expresó Dalma en una emotiva intervención.
El abogado Schick describió el estado del buque en el que se encontraba Diógenes como “muy precario, muy malo”, subrayando que la empresa y la ART “no cumplieron con ninguna de las visitas al lugar para verificar las condiciones de trabajo”.Según explicó, el accidente no fue el único episodio trágico: “Ya había antecedentes en el mismo buque, con trabajadores que sufrieron descargas eléctricas por la falta de equipamiento adecuado”.
Lo más alarmante es la ausencia de un servicio de emergencia en el puerto. “Al momento del hecho, no había nadie. La ambulancia tardó más de una hora, y fueron los propios compañeros los que tuvieron que asistir a Diógenes”, relató Schick.
El estibador luchó por su vida durante seis días antes de fallecer el 30 de julio, tras sufrir fracturas graves por el aplastamiento.
Las jornadas de trabajo extenuantes, la falta de indumentaria y el incumplimiento de los protocolos de seguridad son parte de un cuadro sombrío que afecta a los trabajadores del puerto. “Mi papá no tenía la ropa adecuada, las condiciones eran inhumanas”, contó Dalma, visiblemente conmovida. El abogado también resaltó que los trabajadores no reciben capacitación ni exámenes médicos periódicos. “Es una situación que sale a la luz por este tipo de accidentes, pero la realidad es que hace mucho tiempo que el puerto es un lugar extremadamente peligroso”, concluyó.