Los nombres que podrían llegar en las áreas que deja YPF

 Se habla de desembolsos del orden de los 200 millones de dólares para remediación y optimización de pozos. ¿Hay casos exitosos de cesiones de áreas?

Mientras restan algunas precisiones formales en el proceso de traspaso de áreas maduras por parte de YPF en distintas cuencas del país, entre las que apunta a desprenderse de los activos de la cuenca San Jorge, comenzaron a trascender nombres de posibles interesados en la operación.

Hasta ahora YPF comunicó formalmente a la Comisión Nacional de Valores su objetivo de desinvertir en un total de 55 áreas maduras en todo el país, dentro del programa de optimización de sus activos.

Con fecha 1 de marzo, la operadora informó a la CNV que en su reunión del 29 de febrero aprobó la optimización (mediante cesión o reversión) de ciertos grupos de activos de Upstream Convencional–usualmente denominados ‘Campos Maduros’, que conforman un total de 55 áreas”.

“El plan mencionado es consistente con los nuevos planes de gestión de la Compañía -detalló la operadora en aquella comunicación-, que considera que la optimización del portafolio Upstream convencional es una de las palancas sobre las cuales se basa la estrategia de YPF, con foco en las actividades e inversiones en campos no convencionales, con el objetivo último de maximizar el valor para la Compañía, sus accionistas e inversores”.

Sin embargo, para que el proceso se inicie formalmente, más allá de los trascendidos y lo que la propia conducción de la compañía ha dejado trascender ante periodistas de todo el país, faltan algunos pasos. Según explicaron fuentes del sector, una vez que la operadora inicie la oferta de áreas o bloques, se deberá comunicar nuevamente ante la CNV, aunque también tiene la opción de comunicarlo una vez que haya concluido el traspaso.

Lo que no hay, de forma oficial, son fechas y plazos concretos, mientras se indica que todo dependerá de cómo evolucione la coyuntura política y económica, además de las negociaciones inherentes a la transacción.

   CONTROL DE DAÑOS.   

Inevitablemente, en la región se mantiene la preocupación respecto de cómo decantará la situación. Días atrás, el conductor del sindicato petrolero Chubut, Jorge Avila, anticipó que habrá un proceso de transición de entre 3 y 4 meses, hasta que los bloques sean asumidos por un nuevo operador.

En ese marco, el principio de acuerdo que mencionó el dirigente sindical apunta a la cobertura de al menos el 80% de los salarios de los trabajadores, que permanecerán en espera hasta que concluya el traspaso, pero con los puestos de trabajo garantizados, lo que fue ratificado también desde la conducción de la operadora.

Por eso se habla de la posibilidad de retiros voluntarios o jubilaciones para trabajadores que reúnen esas condiciones o están cerca, con la disponibilidad de la compañía, según refirió el propio Avila, para completar un año de aporte en casos en que ese sea el tiempo faltante.

  LOS NOMBRES EN DANZA. 

A partir del delicado equilibrio que se mantiene en la cuenca San Jorge en torno a la presencia de YPF, adquiere mayor dimensión el nombre, la trayectoria y el respaldo financiero de la compañía que vaya a quedarse con los activos que cederá la operadora de mayoría estatal.La preocupación atraviesa no sólo a trabajadores, sino también a empresas de servicios con contratos de trabajo acordados con la principal petrolera del país, en los que a su vez hay otra cantidad de puestos de trabajo que dependen de ese vínculo contractual y su próximo desenlace.

“Hay que distinguir empresas con respaldo de otras que sólo buscan un negocio inmobiliario, o financiero, que apuntan a explotar reservas comprobadas sin compromisos de exploración”, advirtió observador del mercado, recordando experiencias recientes, que concluyeron con resultados totalmente negativos.

Por eso las miradas apuntan a saber cuáles son las empresas que podrían hacerse cargo, algo que también fue remarcado desde el gremio petrolero, para dar una garantía real a los 2.500 puestos de trabajo involucrados en las áreas que, solamente en Chubut, YPF dejaría de operar, con la excepción anunciada de Manantiales Behr (donde se desempeñan otros 2.500 operarios).

Uno de los nombres que fue mencionado en los últimos días es el de Aconcagua Energía, una compañía surgida en Mendoza, cuyos propietarios son ex directivos de YPF. Como se mencionó más arriba en este informe, ya se han hecho cargo de activos maduros en otras provincias, como Mendoza, Neuquén y Río Negro, con buenos resultados hasta el momento.

Actualmente, este grupo empresario cuenta con 13 concesiones hidrocarburíferas en las cuencas Neuquina y Cuyana, con incursión también en el mercado de generación eléctrica, a través de parques solares en Mendoza.Si bien aparecieron mencionados en trascendidos, desde la propia compañía se admitió, ante la consulta para este informe, que evalúan formular una propuesta concreta para quedarse con alguna de las áreas en las que YPF y otras compañías ya no tienen interés, por focalizar sus esfuerzos en Vaca Muerta.

Según pudo saberse, incluso ya mantuvieron contacto con referentes de los gobiernos de Chubut y también de Santa Cruz, considerando que hay alrededor de 15 áreas en juego, divididas en 5 y 10 de cada lado de la cuenca, respectivamente, siempre que YPF termine de confirmar oficialmente cuáles son los activos que saldrá a ofrecer.

En el listado de aspirantes también fue mencionado el grupo Pecom, derivación de lo que alguna vez fue Pérez Companc, antigua operadora del área Pampa del Castillo, hasta los años 90. Desde ámbitos cercanos a esa compañía se optó por mantener silencio y se evitó cualquier tipo de comentario.Entre los posibles aspirantes se mencionó también a la compañía Capsa, por la expansión ya mencionada en Pampa del Castillo y también en Bella Vista Oeste (luego del abandono de Sinopec, en el año 2017), por su amplio conocimiento y manejo de campos maduros.