La experiencia única de bucear en el Canal Beagle y descubrir estas maravillas en el agua helada
Es la mejor época para hacer la actividad. Aunque la temperatura del agua es baja, por estos días se ven muy claras y permite disfrutar del fondo del mar.
Es la mejor época para hacer la actividad. Aunque la temperatura del agua es baja, por estos días se ven muy claras y permite disfrutar del fondo del mar. Los argentinos, siempre tenían a Tierra del Fuego como un destino exótico y caro, pero la pandemia abrió una puerta al turismo y muchos lo eligen para las vacaciones de invierno.
Carlos Giuggia desde 1990 anda por el fondo del mar de Ushuaia y conoce los secretos más profundos del Fin del Mundo. Bucear en el agua fría del Canal de Beagle, es una manera de meterse en los bosques de algas gigantes, de conocer espectaculares naufragios, entre medusas y centollas.
Para estas vacaciones de invierno los lobos marinos serán los mejores guías, nadarán a tu lado para que vivas una experiencia única en ese lugar hermoso, «donde los Andes se encuentran con el océano».“El buceo se practica en aguas de 4 o 5 grados, pero con trajes secos que hacen que sea totalmente soportable la temperatura. Lo único que se nos moja es la cabeza y las manos. No es que hace calor pero es un frío soportable. Lo hacemos en el Canal Beagle, una vez cambiados vamos a las islas Bridge», cuenta Carlos Giuggia de Ushuaia Divers.
Las islas Bridges ofrecen espectaculares paredes y poca profundidad. Si bien, como dice Carlos, el agua es realmente fría, todo el equipo especial, es completamente provisto por los guías. La actividad la acompaña la AFASyN (Asociación Fueguina de Actividades Subacuáticas y Naúticas).
Hay una cosa muy singular, el buceo en Ushuaia tiene dos ciclos: en primavera verano, la actividad tiene como protagonistas a los bosque de algas, característicos de la zona.“Son los más grandes del mundo, crecen 18 milímetros por día. Es muy lindo pasar entre ellos, se ve la fauna, cangrejos sobre todo, que viven en esos bosques de algas. Hay estrellas de mar, anémonas, esponjas”, destaca Carlos.Pero otoño e invierno, para él, es la mejor época para descubrir las profundidades, porque dejan de crecer estas plantas y se pueden lograr más metros de visibilidad . La presencia de los lobos de un pelo y de dos pelos o antártico, que va de Antártida a pasar el invierno en Tierra del Fuego y en el verano se va, es un atractivo muy divertido.
Carlos explica todo sobre la actividad con pasión. Desde el sur más extermo habla con claridad, y solo le queda un poco de acento de su Córdoba natal. Relata que en 1985 desempacó en el sur como piloto de la Fuerza Aérea. Llegó como administrador del aeropuerto y unos años después, unos chicos que habían hecho buceo en la Marina, le comentaron cómo era bucear y ahí comenzó la historia.
En 1987 se recibió de buzo y nunca más dejó de revisar el fondo del mar del sur. Fue el primero que comenzó a bucear, hoy hay dos prestadores más que eran alumnos de él, abrieron escuelas.